Servicios en la nube
Las cuentas de usuario de los juegos no son diferentes de las de otros servicios: están formadas por un nombre de usuario, conocido como nick o nickname, y una contraseña. Además, algunas incluyen también datos personales como el nombre, sexo, edad, número de cuenta bancaria, etc.
Para asegurar estas cuentas debemos hacer lo mismo que en cualquier otro servicio:
- No compartir la clave con otras personas.
- Utilizar una clave robusta y segura. Por ejemplo, una longitud mínima de 8 caracteres, y que además contenga mayúsculas, minúsculas, números y signos.
- No utilizar las mismas claves en diferentes servicios y juegos.
Debemos saber que los atacantes intentan apropiarse de nuestras cuentas utilizando correos falsos. Una plataforma de juego nunca nos pedirá nuestra clave de acceso por mensaje o correo electrónico. Si tenemos dudas, lo mejor es contactar con el servicio técnico del juego por otra vía, para corroborar si un determinado mensaje es auténtico o no.
A pesar de las indudables ventajas que nos aportan los servicios basados en la nube, es necesario que apliquemos ciertas precauciones al utilizarlos para evitar problemas relacionados principalmente con la seguridad de la información y de la privacidad.
- Cese repentino del servicio. Si la compañía que presta el servicio deja de funcionar, no podremos acceder a nuestra información y la perderemos irremediablemente.
- Fallo en el servicio. Los fallos no ocurren a menudo, pero pueden afectarnos en alguna ocasión. Podríamos dejar de acceder puntualmente a nuestros datos debido a un fallo de conexión en nuestro dispositivo, o en el funcionamiento del propio proveedor del servicio de almacenamiento.
- Acceso de personas no autorizadas. Para utilizar el almacenamiento en la nube siempre será necesario que nos identifiquemos con usuario y contraseña. Si por algún descuido nos roban la clave o logran descubrirla tendrán acceso a toda nuestra información.
- La sincronización. Si accidentalmente borramos archivos en la carpeta de un equipo que hemos sincronizado, desaparecerá la información de la nube.
- Dispositivos móviles. Merece especial atención el acceso a la nube desde las aplicaciones para móviles, ya que si el dispositivo cae en manos inadecuadas y no se han tomado las oportunas medidas de seguridad como el bloqueo de pantalla, podrán ver, compartir o borrar toda nuestra información.
- Acción de un atacante malintencionado. Un ataque llevado a cabo por ciberdelincuentes especializados contra el servicio podría dejar toda nuestra información al alcance de cualquiera o incluso eliminarla.
- Problemas legales. En función de los archivos que alojemos, podríamos llegar a tener problemas legales dependiendo de dónde estén ubicados físicamente los equipos de la compañía que los almacena.
- Confusión al compartir archivos y carpetas. No es extraño conocer casos como el que le sucedió a Carlos, descrito al inicio. Bien por equivocación o bien por desconocimiento del correcto funcionamiento, algunas personas ponen a disposición de usuarios desconocidos sus archivos de forma involuntaria.
- Espacio gratuito limitado. Los servicios más usados para guardar información en la nube son gratuitos, pero el espacio que nos ceden es limitado.
- Velocidad de acceso reducida. La velocidad de acceso a la información que tenemos en la nube depende de nuestro proveedor de Internet y siempre es muy inferior a la velocidad de acceso a nuestro disco duro.
- Dispositivos móviles con 3G o 4G. Si utilizamos un dispositivo móvil conectado a Internet mediante una tarifa de datos, deberemos tener cuidado de no descargar información de la nube involuntariamente o consumiremos nuestra tarifa rápidamente.
- Datos privados. Desde que utilizamos los dispositivos móviles actuales, como smartphones y tablets, almacenamos en la nube mucha información personal y en muchos casos, ni siquiera somos conscientes de ello, lo que puede ser un riesgo para nuestra privacidad.
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